La cocina solar
La cocina solar es un ingenio lleno de emociones.
Es un medio para reducir tu huella ecológica, o lo que es lo mismo, tus emisiones de CO2, aporta libertad, aporta tiempo, sensaciones, reúne a la gente a su alrededor, es un motivo de encuentro… en fin, hay todo un mundo alrededor de este solar-doméstico.
Ahora mismo, estoy preparando un caldo de verduras para cenar sopa esta noche… y sin gastar electricidad… es fascinante. Son varias horas de cocción, de una olla de considerables dimensiones, con muchos litros de agua, para cuatro, y con el poco sol que hace en invierto, está hirviendo a buen ritmo, imagínate a partir de primavera.
Esto no sustituye a la cocina convencional, la eléctrica o de gas. Tampoco acumula energía. Es más sencillo que todo eso: es un concentrador de luz, como una gran lupa, que capta la luz solar y la proyecta en el recipiente (de color negro) que la convierte en energía térmica para cocinar. Es un concepto sencillo, pero lo cortés no quita lo valiente: está concebido por ecologistas e ingenieros, no es algo nuevo, ha sufrido una evolución de prototipos, pruebas, y ahora la hemos construido de forma “profesional”, con unas exigencias muy altas. Está hecha de aluminio 100% reciclable. El embalaje también está estudiado para minimizar el impacto ambiental, por ejemplo, las bolsas de los tornillos son de fécula de patata compostable, no de plástico. Se monta por piezas siguiendo un manual fácil en un par de horas. La puedes dejar a la intemperie, no se oxida, se limpia con un manguerazo y un trapo… es para toda la vida.
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Cada vez que la usas, estás reduciendo tu dependencia de las energías “sucias” y en consecuencia aportas tu granito de arena a luchar contra el cambio climático y salvar el planeta. Ya sabrás que la electricidad aunque es limpia al usarla en casa, es la más contaminante por la forma que se obtiene (centrales nucleares, térmicas, combustión de derivados del petróleo…).
Está fabricado en Barcelona, e interviene gente de toda España, es un producto Made in Spain, de modo que al adquirirlo, además, ayudamos a crear empleo aquí. Como ves, esto es solo el principio, lo que te muestro no es solo un aparato, es un valor.
Y como cocina pues puedes cocer, freír, hornear,… con el recipiente adecuado y con una fuente de calor inagotable y gratuita. És rápida como la vitrocerámica: pone a hervir un litro de agua en 8 minutos!!!
La barbacoa solar
Estamos en marzo, un sábado de invierno, pero hace un buen día de sol y apetece comer en el jardín. Hoy vamos a hacer una barbacoa solar. A las once y media preparo la cocina solar y el accesorio de barbacoa con parrilla para que se vaya calentando. Preparo las patatas en mitades y las envuelvo con papel de aluminio, cuando vuelvo, la parrilla ya está caliente y coloco las patatas repartidas por la parrilla y vuelvo a tapar. En marzo, el sol está muy bajo todavía , pero está despejado y va calentando bastante bien, mejor de lo esperado. Una hora más tarde, picho las patatas con un palillo y ya están blanditas: es el momento de poner la carne. En solo 15 minutos, se han hecho totalmente por cada cara, no está nada mal: imagínate lo que es capaz de hacer a partir de mayo. En pleno invierno hemos hecho una barbacoa en tan solo una hora y media de disfrute familiar y posterior deleite-gustativo-sin-igual que proporciona la cocina solar. A partir de primavera, ya os contaré.
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